ATO

La Operación Automática del Tren (ATO) es un sistema que permite la operación de trenes con diferentes niveles de automatización, desde la asistencia parcial al conductor hasta la operación completamente autónoma sin intervención de personal en el tren. Estos niveles se clasifican generalmente en cuatro grados:

• Grado de Automatización 1 (GoA1): Operación manual con sistemas automáticos que solo proveen protección.
• Grado de Automatización 2 (GoA2): Semi-automatización con un conductor a bordo que maneja ciertas funciones.
• Grado de Automatización 3 (GoA3): Alta automatización donde un operador supervisa, pero el tren se controla de manera autónoma.
• Grado de Automatización 4 (GoA4): Automatización completa, sin necesidad de personal a bordo, con sistemas que gestionan todas las funciones del tren.

Claramente, el futuro del sector pasa por la implementación de esta tecnología, cada vez más desarrollada y con beneficios tan relevantes como:

1. Mejora en la Eficiencia Operativa. Al permitir la automatización de varias tareas de conducción, como la aceleración, frenado y control de velocidad, los trenes pueden operar de manera más consistente y eficiente. Esto se traduce en una reducción del consumo de energía, ya que el sistema automático puede optimizar el perfil de velocidad y el consumo de energía de manera más precisa que un conductor humano. 

    

   Además, ATO permite una mejor gestión del tráfico ferroviario. Con la capacidad de operar trenes a intervalos más cortos y de manera más precisa, se puede aumentar la capacidad de la red ferroviaria sin necesidad de realizar inversiones más complejas en infraestructura adicional. Esto resulta especialmente importante en áreas urbanas congestionadas donde la capacidad adicional es difícil de lograr mediante métodos tradicionales.

    

2. Reducción de costes operativos. La implementación de ATO implica una notable reducción de gastos operativos a largo plazo. Al maximizar la eficiencia de los trenes se reduce el desgaste del equipo y el consumo de energía, lo que implica reducir costes de mantenimiento y operativos.

    

   En términos de infraestructura, ATO permite optimizar los recursos. La posibilidad de operar trenes con mayor frecuencia y en intervalos más cortos maximiza el uso de las vías ferroviarias y puede diferir la necesidad de inversiones costosas en nuevas infraestructuras. Todo esto contribuye a un modelo de operación más sostenible y rentable para las empresas ferroviarias.

    

3. Mejora de la experiencia del usuario. Una operación más precisa y predecible permite a los pasajeros disfrutar de un servicio más confiable y puntual, además de mejorar el confort. Los trenes automatizados pueden mantener horarios más estrictos, reducir los tiempos de espera y minimizar las interrupciones del servicio.

    

4. Sostenibilidad y eficiencia energética. La sostenibilidad es una prioridad creciente para la industria ferroviaria y, en este sentido, ATO también juega un rol clave. Los sistemas automatizados optimizan el consumo de energía mediante la implementación de patrones de conducción eficientes y la regeneración de energía durante el frenado. Y es que, además de reducir las emisiones de carbono, también disminuye la huella ambiental del transporte ferroviario, alineándose con los objetivos globales de sostenibilidad y reducción de emisiones.

Actualmente están en marcha numerosos proyectos de desarrollo y armonización de ATO. Algunos tan determinantes para la industria como los de aplicaciones de conducción automática y ATO sobre ERTMS. El futuro inmediato para la implementación de ATO pasa por la importancia de establecer un plan de acción coordinado entre todos los actores del sector (administración de infraestructura, operadores ferroviarios y fabricantes). Y es que resulta imprescindible establecer un marco para sobrepasar la barrera de los costos iniciales de inversión en tecnología, la necesidad de actualizar la infraestructura existente y la resistencia al cambio por parte de los trabajadores y sindicatos, preocupados por la seguridad laboral. Además, garantizar la ciberseguridad de los sistemas automatizados es crucial para prevenir ataques malintencionados que podrían comprometer la seguridad operativa. 

Una vez superadas las barreras iniciales para su implementación, ATO jugará un papel central en el futuro del transporte ferroviario, según se vislumbra debido a los avances tecnológicos, así como por la creciente demanda de soluciones de transporte más sostenibles y eficientes. A medida que más ciudades y países adopten esta tecnología, veremos un mundo donde los trenes serán más inteligentes, confortables y eficientes.

En CAF llevamos años trabajando en el despliegue de este tipo de sistemas en varios segmentos.

En el sector Main Line somos pioneros. Hemos obtenido algunas referencias importantes como son la ATO de Auckland (Nueva Zelanda) o el de Toluca (México). Además, junto con el operador holandés Nederlandse Spoorwegen (NS) estamos trabajando en el futuro de soluciones con un grado de automatización 4 (tanto en cocheras como en líneas con pasajeros). 

En el sector Mass Transit, incorporando desde el producto inicial soluciones GoA4, que está siendo cada vez más demandado por el mercado debido a las ventajas operativas, a los niveles de regularidad alcanzados para el servicio comercial y a la resiliencia ante las incidencias operativas.

Y, por último, en el sector tranviario, con demostradores en líneas tan avanzadas con las de tranvía Zaragoza y Oslo.